"Color" por Púrpura Tenue.

1 de marzo de 2008

Púrpura Tenue.

Llegué pronto, con “muy malas pulgas” y morada, muy morada. Nunca he sido una persona paciente así que mi entrada a este mundo no pudo ser de otra manera: sin avisar, dando “por saco” y mostrando tal grado de impertinencia que hasta mi propia madre me ha confesado que incluso llegó a arrepentirse del momento de mi concepción. La pobre, nada más verme, pensó que me pasaba “algo raro” porque el color de mi piel no parecía “normal”. Según ella, “era demasiado estridente” y más que el tono morado habitual, el normal de un bebé, recién parido y casi en carne viva, el mío era de un color púrpura, casi enfermizo… Y creo que razón no le faltaba. A mis 28 años recuerdo mi infancia siendo una cobaya de laboratorio, insolente y rabiosa al ver cómo me robaban cada gota de sangre aunque, a veces, aguantaba, tratando de ser lo menos expresiva posible, hasta la última lágrima. Recuerdo cómo mis brazos, delgaduchos y llenos de cardenales, tardaban siglos en curar. En invierno parezco un personaje de Tim Burton, de piel pálida, incipientes ojeras y sonrisa triste, mientras que en verano tiendo a enamorarme de los últimos resquicios del día. Me gusta contemplar cómo los tenues rayos de sol descienden, casi devorados, por los tonos purpúreos de una noche impaciente por salir. Casi como yo…
No sé si ahora, tú que lees estas líneas, tienes una remota idea de ‘por qué’ elijo este color (y que hago egoístamente muy mío), pero, en materia de colores, creo que no exista ningún otro capaz de reflejar, ni siquiera un atisbo, de mi encantamiento…

0 comentarios: