"CAMBIOS" por ATA PATATA

31 de marzo de 2016

Y por allí camina el grupo de mujeres, todas con el mismo gesto, la misma expresión aséptica y de metal. El paso lento es como una danza macabra de quietud , marca la longevidad del destino y no se inmuta por nada. Se pierden por un angosta cueva que perfora las entrañas de esa montaña. Siempre lo hacen.

Entonces , uno piensa en sus cosas: en sus anhelos de caramelo, en su destino de marfil, en si es tangible o intangible, en si uno ha sido honesto consigo mismo, en qué significa ser honesto, en las órdenes y mecanismos ajenos, en la virtud y en tres o cuatro cosas más.

Y por esa angosta y estrecha cueva aparece el mismo grupo de mujeres, todas con el mismo gesto. Bueno, todas menos una. Viste igual que todas, tiene el mismo paso lento que el resto de compañeras, posee la misma mirada de metal que todas pero luce una sonrisa magistral, casi perfecta por lo espontáneo del amanecer,. El paso lento es como una danza macabra de quietud., marca el ritmo de la despedida y sabe que mañana volverá.

Entonces uno piensa porque sonreía una de las mujeres, que qué había dentro de esa cueva angosta, de que si uno sería capaz de entrar en esa fina cueva, en que si alguna vez había estado dentro de una cueva tan oscura y en tres o cuatro cosas más.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

De noches, de oscuro y de ibduferebcua, todas las covachas son
lucidez.
Y las mujeres, cristal .Y lo ajeno, suficiencia. Y la mona, moba quedó aun vestidita de seda.
Seguimos impasibles.

vomiton dijo...

Amén. Ave César. Y paz.