"Superhéroe" según Naranja Pasado

6 de agosto de 2008

Superhéroe


No lo ve venir hasta que los cristales del edificio estallan en pedazos y caen peligrosamente hacia él.

De un solo salto se desplaza con velocidad sobrehumana por encima de los coches de la acera, y allí donde hace un momento se encontraba él los cristales se hacen añicos en una lluvia mortal.

Sombra se incorpora y comprueba si está herido. El traje especial, rojo escarlata, con los guantes negros que el mismo diseñara, no tiene ni un rasguño. Algo sorprendente teniendo en cuenta que ha atravesado ya los edificios de media ciudad durante las dos últimas horas. En ese momento es justo cuando levanta la vista y ve venir de nuevo a Kaos a toda velocidad. “Mierda”, es su único pensamiento, y llega tarde al choque. Media manzana salta en pedazos, coches volando, árboles arrancados danzando como si la gravedad no importase. En uno de esos lapsos de tiempo que suceden en momentos críticos, le da tiempo a admirar las raíces completamente a la vista de un bananero despedazado.

Cae. Choca contra el suelo con un estruendo de mil demonios, y el dolor recorre su cuerpo de un extremo a otro. La gente grita a su alrededor y sale corriendo en todas direcciones. “No puede ser”, se lamenta. Tanto sufrimiento, tanto tiempo invertido, tantas esperanzas volcadas en esa lucha final, en ese encuentro con su antagonista que una vez tras otra ha frustrado sus planes… para que todo falle finalmente. Huele la derrota. Y Kaos, observando desde encima de un edificio, ríe con saña y saborea su cercana victoria.

Siente cercana su muerte, y se pregunta qué será de su familia una vez desaparezca de la faz de la Tierra. La frustración y la rabia llegan a él y, en un último arranque de colérica fuerza, consigue levantarse. Escupe sangre: tiene algún órgano severamente dañado, y la regeneración no es una de sus características.

Kaos salta triunfalmente, confiado, y coge velocidad. Un ángel de la muerte, letal y sangriento. Grita, y la victoria emana de su garganta como un coro que atraviesa el alma. Empuña su sangrienta espada y lanza la estocada mortal…

…y se ve atravesado por los diez mil voltios que surgen de la mano de Sombra. Muere casi instantáneamente, sin haber caído en la cuenta de que desactivar su campo de fuerza no fue buena idea. Su cuerpo, carbonizado, salta en pedazos y salpica la acera, la calzada, las cristaleras de las tiendas y a los transeúntes que, paralizados, han contemplado el espectacular duelo. El humo lo envuelve todo.

Sombra se toma unos segundos para recomponerse. Sonríe. Ha ganado. La gente, momentos antes presa del pánico, se queda quieta, preguntándose qué ha pasado, quién ha vencido. Un hombre se adelanta a los demás, la esperanza dibujada en su rostro, y se adentra en la nube de humo para intentar ayudar. “Se encuentra usted bien?”, pregunta al aire. “Hemos ganado?”, dice.

Sombra recapacita. Finalmente ha conseguido aquello para lo que ha luchado tantos años. Tantos sacrificios, tantos hombres buenos han quedado atrás, tanta sangre de inocentes y malvados ha sido vertida… y entonces contesta…

“No. Habéis perdido”, y coge del cuello al pobre hombre, y mientras miles de voltios recorren su cuerpo y lo achicharran, Sombra le dice: “Y ahora todos moriréis…”

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahi va una de superhéroes clásicas! Parecía q tenía un comic delante mientras leía.

Me pregunto xq nadie ha mandado un texto de un héroe normal. Nadie. Zero. Tan malos somos, o tanto nos gustan los malos???

naranja venenoso dijo...

uoauuuu!!!! Me recuerda a los de Marvel!!! Me ha encantado!!! De verdad, hasta he imaginado las viñetas y todo... incluso la story board! Nivelazo!! Y sobretodo me han encantado los nombres que has escogido para tus superheroes! Sombra y Kaos!!