"Superhéroe" de Púrpura Tenue

17 de agosto de 2008

¿Quién necesita un superhéroe?


Peter, alias ‘superhéroe pelo perfecto’, lleva más de una década salvando al mundo. Entre sus tareas principales se encuentran su incesante lucha contra el narcotráfico, impedir ataques terroristas (el 11-S estaba de baja) y el rescate de gatitos de las copas de los árboles.

Peter alias ‘pelo perfecto’ está harto, quiere dejarlo. De hecho, nunca ha tenido vocación de superhéroe “-¿pero quién quiere ser salvado en este mundo de mierda?” – suele repetirse a cada instante. Además, bastante tiene ya con lo suyo. Encima de no poder pegar ni ojo para rescatar a los gilipollas de turno de un posible accidente laboral se las ve y se las desea para mantener su identidad oculta. ¿Qué hace un superhéroe cuando nadie le ve? Pues lavar a mano su traje de lycra, porque claro, por muchos poderes que se tengan, uno también suda así que hay que lavar con Norit ¡Y a ver dónde lo tiendes sin despertar sospechas entre los vecinos…!

Pues eso, que Peter odia a sus padres, los detesta profundamente por haberle dejado semejante herencia de mierda. Encima, cada dos por tres le mandan mensajes interestelares esperanzadores. ‘Que si es el elegido’, ‘que si sólo él puede salvar al mundo’, ‘que las respuestas están en su interior’… Así está el tema. Mientras Peter no puede permitirse tener un par de días libres para largarse con la buenorra del curro de camping a Calahorra, sus viejos se dedican a hacer turismo por la Vía Láctea y demás constelaciones cargándole de trabajo. ¡Pero a ver quién le dice nada su padre! Con esas barbas a lo talibán y su voz gutural sentenciadora… ¡Ni Stalin en sus mejores tiempos deportando peña a Siberia!

Peter se hubiera conformado con ser ‘el cachas’ del instituto, ligarse a la capitana de las animadoras y conseguir una beca deportiva para estudiar en cualquier universidad mediocre del país. Porque claro, él no iba a ser menos y hacer un FP. A pesar de su dislexia galopante y sus problemas para aprender la tabla del 2, hubiera estudiado Derecho o Medicina, total, después de tragarse todas las series de abogados y médicos que echan por la TDT, ya no le parecen trabajos tan difíciles y quién sabe, quizá su padre pueda conseguirle algún enchufe en un hospital o bufete de prestigio.

A pesar de sus superpoderes, Peter se hace viejo pero no en condición física, sigue fuerte como un roble, sino en apariencia. “¡Hay que joderse, estar condenado a salvar el mundo y tener que comprar just for men por no salir en la tv con canas!”- se queja con frecuencia nuestro superhéroe.

Si Peter ha empezado a deprimirse en los últimos días es porque, además de que se le ha pasado el plazo para entrar en la universidad (acceso a mayores de 25 años), su cuero cabelludo también ha empezado a debilitarse. Junto a las canas, las entradas son cada vez más incipientes. ¡Sería el primer superhéroe calvo de la historia! Nadie volvería a dirigirse a él como Peter, ‘el superhéroe pelo perfecto’. Le horrorizaba aquella idea. ¿Quién iba a tomarle en serio? No se puede ser un superhéroe calvo, viejo, con el culo caído… ¿Qué director de cine se prestaría a hacer una película de su vida? Sólo Ussía le dedicaría un artículo en el periódico del domingo, mofándose de su desgracia.

Atrás queda la época en la que el mundo empezó a conocerle bajo el alias ‘pelo perfecto’ porque, a pesar de volar a más de 500 km/h, y a miles de metros de altitud, su pelo seguía viéndose resplandeciente, perfectamente peinado, sin ninguna greña. Vamos, el sueño de cualquier estilista de tv.

Pero la vida de un superhéroe no sólo es gloria, admiración y un pelo perfecto. Eso Peter lo sabe muy bien. Todavía recuerda la trifulca que tuvo con algunos de los superhéroes más famosos por la patente del diseño de su traje. ‘Rojo y azul’, pensó que serían los colores más adecuados para crear su identidad corporativa. La verdad es que Peter nunca fue muy original, así que pronto se le echaron encima unos cuantos superhéroes famosos, iguales de originales que él, pero con el ego muy crecido y como estaban antes, le cosieron a hostias. El pobre, terminó un par de días desorientado en la costa del Valle de Escombreras, sumergido entre metales pesados y viendo mejillones de color rosa.

Peter está deprimido, tiene una crisis de identidad. Hace un par de noches que no se pone el antifaz ni sale a la calle en busca de malhechores. Total, para qué, si el mundo tampoco es que le eche mucho de menos. ¿Quién necesita otro héroe? ¡Qué razón tiene la gran Tina!- piensa-. Además, con la nueva hornada de superhéroes, seguro que la gente pronto empezará a olvidarle. Y aunque fuera la única esperanza de la humanidad y Ahmadineyad consiguiera romper el escudo antimisiles de ee uu, tampoco es que creyera en su cometido. ¿Para qué? Si no es una será otra desgracia. Es imposible pararlas todas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bien Púrpura, bien!! Tenemos a otro superheroe cansado, aburrido, y hasta los cojones d todo... jjejje

siempre me gusta tu tono, tu aire, y esta vez no es una excepción.

naranja venenoso dijo...

mola mazo!! jajaja Peter con pelukín, dentadura postiza, tripa cervecera y triple michelín a lo mitch bucanan!!Con ojeras y culo carpeta!! jajaja el futuro está en Vital Dent y corporación Dermoestetica!!Viva la cirurgía plástica para Peter "pelo perfecto"?? jajaja, que dura es la vida del supehéroe!!
Buen texto Púrpura, una buena visión del del desafío!

vomiton dijo...

jejeje, divertido!!!Y es que lo héroes suelen envejer fatal...bueno, no hase falta ser a heroe