"INICIO DE HISTORIA" DE AZUL CIELO

24 de octubre de 2009

Fuego, casa quemadas, extraño silencio, cuerpos sin vida con espadas clavadas en el abdomen, flechas atravesándoles las extremidades. Toda la ciudad quemada. El manto de la muerte se extendía por toda esa extensión habitada momentos antes… Reinaba la Muerte.
Parpadearon repetidamente los ojos para adaptarse a la luz. Lo primero que sintió al recuperar la consciencia, fue un fuerte dolor recorrerle todo el cuerpo.
(incio de Verde Maduro)

Recorrió con la mirada su frágil cuerpo, un brazo sin dueño le rodeaba la pierna derecha, mientras que la izquierda había adoptado una extraña curvatura que indicaba que se la había fracturado, seguramente en varios trozos.

Todo estaba en silencio a excepción del suave chisporroteo del fuego que aún ardía en varios puntos de la ciudad, no habían dejado nada con vida a su paso, excepto, quizás a él, que entre tanta ira desatada y tanta sangre derramada, parecería un cuerpo más sin vida.

Intentó recordar como había ocurrido todo pero lo único que le venía a la mente era aquella vieja leyenda que decía que el Escuadrón de Odín nunca dejaba ningún cabo suelto…entonces… ¿Por qué seguía él con vida?, y la respuesta le llegó antes de lo que había esperado, un par de botas ensangrentadas se cruzaron en su campo visual, se acercaban lentamente y el chico sabia que por mucho que disimulara no habría forma de esconderse, el soldado sabía que estaba con vida, y seguramente volvía para acabar con su misión, el joven cerró los ojos esperando un final que no acababa de llegar, casi lo deseaba, el dolor era insoportable, pero seguía sintiendo, el soldado tardaba demasiado en llegar.

Aquellas botas finalmente se detuvieron a escasos centímetros de él, y una melódica y dulce voz le ordeno que abriera los ojos, - un momento – pensó él – esta voz… - y sorprendido abrió los pesados parpados. Tal y como la recordaba, Ariadna, con sus cabellos de fuego ondeando al viento, y esos ojos de metal fundido que no podía olvidar, ella era la chica que se colaba en sus sueños desde hacía más de 10 años, desde la noche en la cual había muerto por primera vez.

Aquella noche llovía, y el no había podido llegar a casa a tiempo para refugiarse, el frío le calaba todos y cada uno de los huesos, no podía más, desesperado comenzó a correr, tropezó y cayó, y al levantarse vio aquella preciosa luz blanca, ya no notaba la lluvia, y de un salto se levanto y caminó hasta el portal, pero una mano blanquecina le sujeto, era la mano de Ariadna, le miraba con aquella expresión tan suya, aquella que a él claramente le decía – quédate conmigo – y perdido en sus ojos perdió aquella luz que se había presentado como una salida, ella le sonrió como solo ella sabía y se alejo corriendo, el intentó seguirla, volvió a tropezar y suspiro como si le faltara el aire, notando todas y cada una de las gotas que parecían haberse desvanecido momentos atrás, él le grito, pero ella ya había desaparecido en la espesura del bosque, pero allí estaba ella, otra vez, tan etérea como en aquel bosque.

Le tendió la mano y ya no sintió nada, ni el dolor de la pierna rota, ni el cuerpo completamente magullado, simplemente el mundo se había detenido en aquel instante, en aquellas dos sombras en medio del caos, y así como estaban, ella le explicó el porqué seguía con vida, el porqué ella se aparecía en todos y cada uno de sus sueños, el porqué ella se había revelado aquella noche en el bosque, y todo se resumía a una simple palabra: Odín, ella giró suavemente la mano que tenía cogida, enseñando la marca que el siempre había tenido pero que ahora ganaba un nuevo significado, era la señal de un guerrero.

Dos años más tarde:

Era la primera vez que salía de cacería, dos largos años de entrenamiento le habían llevado hasta aquel día, y ahí estaba, blandía su espada como si fuera una extensión de su brazo, y estaba tan afilada que solo con mirarla podías notar como cortaba, Ariadna estaba a su lado, era su mentora, su amiga, su amante, ella lo sabía todo de él, hasta lo inseguro que se sentía en aquel momento, pero ella le daba fuerzas para seguir, para cometer los mismos crímenes de los cuales había oído hablar toda su vida, pero ellos tenían una misión, tenían que encontrarle.

Una mujer se escondía en aquel callejón, podía sentirlo, y apartando un par de cajas apiladas la mujer fue descubierta, él le agarro de los finos cabellos castaños, la mujer desesperada lloraba, suplicaba, gritaba, pero nada detuvo al joven, con un movimiento seco de la espada corto la cabeza de aquella desgraciada, la miró unos instantes y la tiró un par de metros más allá, tenían que encontrarle.

2 comentarios:

Gris Ceniza dijo...

Joer Azul ¿como me dejas así? A quien buscan? quienes son el escuadrón de Odín?

Me ha gustado mucho, además que me ha sorprendido como has llevado el tema. Mb pegado al inicio de Verde (que no era nada fácil).

Felicidades!!!!

Azul Cielo dijo...

jajaja gracias gris ^^ jeje la verdad es que me costo lo mio enlazarlo y enviarlo, ademas de las desgracias varias acontecidas durante la realización de este texto x'D

y eso...que ya veremos si habrá segunda parte o no ( siempre dicen que las segundas partes nunca fueron buenas...pero esta seguro que si =D )

un besito y muxos mercis ^^