"Pesadillas" de BLANCO NIEBLA

6 de abril de 2010

De fondo “the only moment we were alone” de Explosions in the sky, entre los dedos un cigarillo consumido y la mirada perdida en algunas de las grietas que tenia el techo de su diminuta habitación, a su vez, trinchera y refugio anti-aéreo; era como si las paredes de aquel cuchitril fueran a salvarla de cualquier catástrofe exterior, mientras permaneciera dentro de ellas sería ella misma y nadie podría discutirle nada, allí, entre esas 4 paredes era ella en estado puro, no había límites que la frenaran; solo al atravesar el umbral que la separaba del mundo real volvía a ponerse el disfraz de plomo que la aplastaba y la oprimía contra lo que los demás llamaban “la vida real”; pero ella prefería sus pesadillas antes que enfrentarse a ese mundo, en ellas podía expresar todo lo que sentía, podía gritar, llorar, correr a través de bosques infestados de arbustos puntiagudos, ser perseguida por alguno de los desconocidos que se encontraba cada mañana bajo las quirúrgicas luces de cualquier vagón del metro, las pesadillas le hacían sentir viva, mientas que la vida real la machacaba, despedazando cada parte de ese ser intoxicado en el que se había convertido. Ahora solo vivía para y por las pesadillas que la mantenían viva.

Aquella noche, como casi todas desde hacía más de medio año se quedó dormida mientras miraba al techo, era el único momento de paz, ese segundo antes de cerrar los ojos, la antesala a una noche de pesadillas; se repetían una y otra vez al igual que un reloj marca día tras día todas las horas, una tras otra y así hasta el infinito… se despertó con el tintineo de la música de fondo, un cigarrillo menos y una sola imagen en la cabeza, ella, vomitando un grito estremecedor en un callejón oscuro. Sabía que era una imagen aterradora y aún así se sentía privilegiada pues aquellas pesadillas eran el vivo reflejo de su persona, aquello que no podía sacar de ente las 4 paredes de su habitación, quería ser la chica de la pesadilla y poder gritarle al mundo todo cuanto sabía, quitarse de encima todos los miedos, tener la fuerza suficiente como para ser ella misma, que todo el mundo supiera que era ella la que gritaba y no la otra, la que vivía fuera de las cuatro paredes de su habitación.

2 comentarios:

Dani dijo...

Me ha encantado esa idea de "pesadillas"!! :) Además, una frase como "era el único momento de paz, ese segundo antes de cerrar los ojos," la he pensado mil veces, adoro esos instantes...
Muy bueno!!

Gris Ceniza dijo...

En fin... q te voy a decir Paki? Me repito cada vez q escribes aquí: tus textos e ideas son brillantes. Pero releelas otra vez, y ponles algun punto y unas comas en su sitio... serían acojonantes.
Llámame pedante, o que la confianza da asco, pero t digo lo q pienso, ya lo sabes.

(K)