"Despedida de un infiel" según Negro Sable

25 de octubre de 2007

Mi amada,


No puedo ya ni recordar todos los buenos momentos que hemos pasado juntos y mucho menos, soy capaz de cuantificar cuántos meses, semanas o días llevamos unidos. Han sido años de encuentros y desencuentros, de amores y desamores, de proyectos inacabados y de realidades por empezar, de venturas y desventuras. En definitiva, años en los que hemos estado juntos como se suele decir “para lo bueno y para lo malo”.

Pero a veces, los caminos que escogemos, irracionalmente tal vez, nos llevan a cometer actos de los que nos podemos arrepentir eternamente. Y lamento decirte, que yo he escogido uno de esos caminos.

No quiero adornar mi pecado con florituras líricas, así que te seré directo: te he sido infiel.

He sido feliz a tu lado. De hecho, seguía siendo feliz. He experimentado todo lo que he experimentado junto a ti, y de no haber sido así, seguramente todavía seguiría siendo una molécula incapaz de reaccionar ante los sentidos. Pero mi genética errática me ha traicionado. No han bastado tan siquiera todos esos recuerdos, momentos y proyectos para refrenar mi instinto más animal.

Fui presa de la situación, víctima de las circunstancias. Pero no quiero que eso sea una excusa, pues lo hice. Nadie me obligó a hacerlo, no quería hacerlo, pero aún así lo hice.

No sé qué decirte para consolarte. De hecho, tan siquiera sé si necesitas consuelo. No sé que escribir para recuperar un poco del orgullo que he dilapidado con mis actos, pero eso ya no importa. Más para purgar mi error, no te volveré a turbar con mi presencia. Esta es una confesión, y mi despedida.

Para acabar, tan solo quiero pedirte perdón y tan solo quiero contarte que me gustó el tacto de aquella metálica piel, que me gustó el roce de su fría empuñadura y que alcancé un éxtasis como no había alcanzado jamás al sentir como aquel proyectil penetraba en mi cavidad craneal.
Sé que ya es tarde para pedir perdón, pero te lo pido: perdóname vida por haberte engañado, pero en aquel momento, los brazos de la muerte me parecieron más cálidos que los tuyos…

0 comentarios: