"Estación del año eterna" de BLANCO HIELO

15 de mayo de 2012

Aquí en Reykjavik, tanto el día como la noche parecen no tener fin, porque duran lo que parece una eternidad (seis meses cada uno). Y desde fuera parece que aquí sea siempre invierno, pero no: hay invierno y también verano.
Lo bonito, cuando ya llevas aquí un tiempo y te has acostumbrado, es desarrollar una especie de sensibilidad a la sutileza con que se producen los cambios en el Círculo Polar. Acabas dándote cuenta de que lo delicioso es apreciar la llegada del verano, no porque el sol abrase y el calor asfixie de repente, sino porque observes que, después de tanto tiempo, la aurora boreal se desdibuja, y el termómetro ya casi nunca queda por debajo de cero.
Así es como me doy cuenta, de eternidad en eternidad, de que junio se asoma tímidamente por la rendija de la puerta, y yo le sonrío tímidamente también, bajando la mirada (porque yo, a las cosas que me gustan, soy incapaz de mirarlas a los ojos).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta! Firmado Ocre de Otoño.

Gris Ceniza dijo...

Delicioso. Indiscutible tu estilo Blanco! Lo comentamos todo en facebook? ;)

https://www.facebook.com/pages/La-Rebeli%C3%B3n-de-las-P%C3%A1ginas-en-Blanco/165434353543312

vomiton dijo...

thumbs up!