"Carnaval" por Verde Bósforo

3 de marzo de 2009

El bar estaba lleno, la única mesa libre era aquella en la que almorzaban cada mañana, como si todos supiesen que ese era su lugar, desde donde escucharían sus largas conversaciones, sus interminables discusiones.

Aquellos hombres veían como cambiaba el mundo a cada instante sin inmutarse, su solemnidad inundaba el ambiente.

Luis estaba relajado como de costumbre, su edad siempre le llevaba un paso por delante de los demás, sabía que siempre necesitarían de él y de su opinión. Era el gran moderador y sin embargo a sus largos sesenta años le sobraba vitalidad.

El café de Alfred seguía quemándole en las yemas de los dedos pero sus nervios no le dejaban parar de acariciar las paredes de la taza. Los cuatro sabían que aquel era su mejor momento del día, sin prisas se explicaban todo aquello que les había sugerido algo nuevo. Con pasión desentrañaban curiosidades cotidianas y se quejaban del paso de los años, pero siempre volvían a lo mismo, siempre bailaban la misma cuestión, como una droga de la que sabían nunca prescindirían.

-No hemos hecho más que arrancar un velo o correr una cortina, decía Alfred, interpretamos lo que vemos. Algunos lo hacemos mejor que otros, pero esa es otra cuestión, quien no lo hace al menos debiera ver a alguien hacerlo como mínimo una vez en la vida.

-Te empeñas en ‘destapar’ cuando tal vez estás ‘construyendo’ de la nada, sí, de momento funciona, pero a estas alturas no debieran caérsenos los anillos si todo fuera un error, una invención, ¡nuestra necesidad!-Josep siempre repetía lo mismo.

-Quizá ha llegado el momento de parar y contemplar, tal vez nada sea cierto y se necesite pensar lo pensado. Si sólo se trata de interpretar o justificar, si realmente sólo queremos cerrar un círculo que nosotros hemos inventado, un sinsentido, o tal vez no, tal vez sea cierto, aún así hemos de pensar y contemplar. El mundo debe ser vivido y contemplado. A veces sencillamente hay que aceptar. Desde luego el círculo es hermoso, no debiéramos intentar explicar nada más allá de lo necesario, creo que perdemos perspectiva y nuestra realidad se vuelve difusa- dijo Pere.

-No se puede parar, ¡venga hombre!- reía Alfred- ni tú podrías parar, sabes que no puedes, ¿qué harías? ¿Pasar más tiempo con tus nietos, con tu mujer? ¿Ir a un parque o mirar obras? Contemplar sosegadamente, parece una buena idea, pero prefiero forzar el final. Eso es lo que nosotros hacemos, cuando entendemos algo lo puteamos para tener que entenderlo de nuevo. Para muchos ni siquiera existimos sin embargo son ellos los que pasan impasibles por su propia vida.

-A veces creo que no piensas lo que dices o bien lo vomitas sin haberlo digerido. Alfred, tú crees percibir la realidad sin filtros y eso sabes no es posible, además impones una unilateralidad por convicción. Josep plantea un metalenguaje por encima de lo real. Tal vez somos producto del Universo o tal vez el Universo sea producto de nuestras interpretaciones.- La voz de Luis sólo necesitaba de un O mio bambino caro.

-Tal vez Josep está tan obsesionado con la autosuficiencia que no le basta con haberse creado un mundo sino que además cree haber creado el Universo- Alfred no paraba de parodiar a sus colegas mientras bebía su café ya templado y observaba como Pere disponía su azúcar en el té.

-Empezáis así y luego acabáis inventando teorías y nombres para que será aquello que nos da la noción de percepción, conformaos con la percepción misma- murmuraba Pere.
En las otras mesas otras conversaciones, otras risas, empezaban a escucharse cada vez más alto.

-Va siendo hora de volver al trabajo- dijo Luis mientras veía un joven disfrazado pasar corriendo.- Tal vez Pere tenga razón, después de todo sólo encontramos máscaras.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Beinvenid@ al taller Verde Bósforo!!!

Felicidades por tu estreno! Ya veo un buen narrador/a y un enooorrrme pensador/a, no???

Saludos!!

vomiton dijo...

vaya ida de olla,no? comentario constructivo del mes. Welcome!!