"rebelión ponys" de Negro Indigo

12 de mayo de 2008

- ¿Acaso no estáis cansados de ser los llamados caballos en miniatura? ¿No os habéis hartado ya de ser monos? ¿No deseáis ver un cambio?

Caía el atardecer y una gran manada de ponys se reunía junto al río, al lado de los campos de granjas de los feriantes de la zona. Algunos se habían tumbado sobre la hierba, curiosos ante el discurso de su más antiguo dirigente y patriarca. Él, un pony de apenas 80 centímetros de altura, se alzaba orgulloso en lo alto de un montículo. Tenía largas crines negras, y su pelo rondaba tonos marrones y negros.

- Aquí los caballos se usan para trabajar, para pasear. No suben a cualquier persona a un caballo. Ni los atan a dar vueltas en círculo. Esto debe acabar.

- Si me suben otro niño dando gritos a lomos, juro que lo arranco la cabeza – murmuró uno de los ponys más jóvenes, que se hallaba acostado en primera fila bajo el montículo.

- Eso es. Nunca se ha visto a un caballo atado a un torno cargando niños, mientras sus padres comentan lo mona que es la estampa. ¡Un pony no tiene por qué ser mono! ¡Somos los antepasados de los que ahora se jactan de ser nuestros hermanos mayores! ¡No fue sino la actuación de los humanos la que mejoró la altura de los caballos! ¡Debemos exigir más respeto!

La multitud comenzaba a asentir. Estaba claro que su líder jamás se había equivocado, ni les había llevado a error ni a catástrofe.

- No hay más que fijarse en los juguetes que llevan los niños. ¿Acaso les habéis visto portar caballos de colores con ridículos dibujitos en el culo? ¡Somos el hazmerreír de la especie animal! Os aseguro que si planteásemos ante el mundo animal lo que estamos a punto de plantear aquí, no nos tomarían en serio. Pero esto debe cambiar. Debemos dejar de ser los juguetes de los humanos. Debemos alcanzar el escalón que nos corresponde, y que está sin duda por encima de los caballos.

Lentamente, desplazó su mirada hacia otra pradera. Al otro lado del río, una manada de caballos se encontraba en sus dominios. Su líder, un gran semental negro, se hallaba de pie entre ellos. Todos parecían prestarle gran atención.

- Esto tiene que acabar. No sé vosotros, pero yo estoy harto de dedicarme a procrear. Soy algo más que un pedazo de carne. Fijaos en los ponys, más pequeños que nosotros, de menor rango sin duda. ¿Y acaso los emplean en tareas arduas y duras? No, claro que no. Ellos tienen todo el protagonismo que quieren. Los llevan los primeros a la feria, a que paseen a los niños. ¿Y quiénes son los encargados de arrastrar todo el material hasta allí? ¿Quiénes trabajan para que el resto tenga feria? ¡Esto debe cambiar!

Los sementales más jóvenes no podían estar más de acuerdo. Ellos no conocían nada más que el trabajo físico. Los humanos les dedicaban atención para que estuvieran sanos, puesto que de ellos dependía la continuidad de la raza. ¿Pero les dedicaban acaso cariño? Pasaban con ellos el tiempo justo para admirar la perfección de sus formas, y con las mismas se iban a ver las monerías de los ponys.
- ¡Nosotros debemos exigir el derecho a ser monos! ¡Somos el hazmerreír de la especie animal! ¡Las mulas de carga de los humanos! ¡Usados en competiciones y trabajos forzados! ¿Pero nos lo agradecen acaso? ¿Nos dedican tiempo para mimarnos? No más allá de los cuidados básicos imprescindibles. ¡Debemos exigir un cambio!

La manada asentía con firmeza, sabían que la situación era ya insostenible.

- Debemos dejar de ser las herramientas de los humanos. Debemos alcanzar el escalón que nos corresponde, y que está sin duda por encima de los ponys. ¡Y es necesario que esto lo alcancemos cuanto antes!

Lentamente, dirigió su mirada al otro lado del río. Allí, los ponys continuaban con su debate:

- Mirad cómo nos miran… sin duda estarán pensando que somos una pandilla de vagos, aquí tumbados sin hacer nada. Claro, tenemos que descansar, que luego toca que los niños nos tiren de las crines.

Al otro lado del río, se gestaban pensamientos similares, aunque no tanto en el contenido:

- Mirad cómo nos miran… sin duda estarán pensando que somos una pandilla de vagos, aquí plantados sin hacer nada. Claro, tenemos que trabajar, que luego el protagonismo se lo llevan otros.

No se sabe con certeza qué discursos acontecieron después ni qué acciones fueron las primeras en llevarse a cabo. Tampoco nadie en las granjas pudo explicarse cómo, pero a la mañana siguiente la mayoría de los ponys y caballos aparecieron con brutales heridas. Muchos yacían muertos a los márgenes del río. Algunos lo achacaron a un posible robo, que en el último momento debió de salir mal. Otros a un depredador. Los recogieron, los cuidaron y enterraron a los muertos. Pasado un tiempo, todo pareció volver a la normalidad.

El anciano pony miraba hacia la ventana, pues la luz que entraba en el establo era cada vez menor. A continuación le dijo a su nieto:

- Ya es tarde, mañana te seguiré contando la historia.

- ¿Pero qué pasó abuelo? Fuimos a la guerra con los caballos, ¿verdad? ¿Y quién ganó? Nunca se habla de eso en ningún lado.

- Nunca se habla de ello por vergüenza. Somos la única especie animal que jamás ha entrado en guerra civil. No olvides que los ponys somos los antepasados de los caballos. Antiguamente, los caballos poseían nuestra altura. Fueron las intervenciones de los humanos y las mezclas de razas las que otorgaron a los caballos su altura y porte actuales.

- ¿Pero quién ganó? Porque ahora mismo todo sigue igual, ¿no es cierto? Nosotros y los caballos no pasamos del saludo. No hay caballos que sean amigos de los ponys, ni ponys que sean amigos de los caballos.

El anciano pony miró a su joven nieto y suspiró, comprendiendo que no había entendido nada.

- Ahora es tarde, y debes irte a dormir.

Mientras el joven pony se retiraba a su rincón, su abuelo volvió a mirar por la ventana, a sabiendas de que en el establo de al lado se oía la misma historia.

2 comentarios:

vomiton dijo...

Interesante,le has dado un par de giros inesperados de puta madre. mi idea principal era similar al principio de la tuya, pero ni se me hubiese ocurrido lo que has escrito. Un saludor!!

Anónimo dijo...

mi idea primera fue otra totalmente diferente, pero cuando me puse a escribir fue eso lo que me fue saliendo. me alegro de que te haya gustado! ^^

un saludo!