HALLOWEEN (CUPCAKE PERVERTIDO)
Lo único que
tenía claro de su cita con él,
con "eso", es que ella
la comenzó pidiéndose un cupcake.
Ya sabes, ese pastelito de moda adornado para que su su gusto
estético eleve el placer gastronómico del que lo deguste o devore.
Pues bien.
A partir de ahí, ella ya dudaba.
No sabía decantarse por en qué momento tomó consciencia de que estaba follando y corriéndose con un ente maligno
aquella noche.
Dudaba entre dos, sin aparente solución:
A) Cuando éste la mordía obscenamente su cuerpo como un cepo oxidado y pervertido, de los que desgarraban a
las bruja en la inquisición. Con hambre viciosa.
B) O cuando, ya desnuda, se tapó con sus brazos,
temerosa y mojada, ante semejante mirada de
él.
"Eres lo que comes", así reza el dicho. ¿No?
Microrrelato
de Dardo Helguera
1 comentarios:
ostras, es reconfortante encontrarse alguién tan"raro". Me ha gustado! Y me ha cogido hambre
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