"MUJERES" por KAORONE PHOTOGRAPHY

31 de marzo de 2016





https://www.instagram.com/kaoronephotography/

https://www.facebook.com/KaoronePhotography

"CAMBIOS" por ATA PATATA

Y por allí camina el grupo de mujeres, todas con el mismo gesto, la misma expresión aséptica y de metal. El paso lento es como una danza macabra de quietud , marca la longevidad del destino y no se inmuta por nada. Se pierden por un angosta cueva que perfora las entrañas de esa montaña. Siempre lo hacen.

Entonces , uno piensa en sus cosas: en sus anhelos de caramelo, en su destino de marfil, en si es tangible o intangible, en si uno ha sido honesto consigo mismo, en qué significa ser honesto, en las órdenes y mecanismos ajenos, en la virtud y en tres o cuatro cosas más.

Y por esa angosta y estrecha cueva aparece el mismo grupo de mujeres, todas con el mismo gesto. Bueno, todas menos una. Viste igual que todas, tiene el mismo paso lento que el resto de compañeras, posee la misma mirada de metal que todas pero luce una sonrisa magistral, casi perfecta por lo espontáneo del amanecer,. El paso lento es como una danza macabra de quietud., marca el ritmo de la despedida y sabe que mañana volverá.

Entonces uno piensa porque sonreía una de las mujeres, que qué había dentro de esa cueva angosta, de que si uno sería capaz de entrar en esa fina cueva, en que si alguna vez había estado dentro de una cueva tan oscura y en tres o cuatro cosas más.

"CAMBIOS" por VERDE ANTÁRTICO

10 de marzo de 2016

(El día antes) Abro un ojo. El verde despertador que me regaló aquella arpía me mira de manera amenazadora. “Ya queda menos”, me susurra mientras sus agujas se contonean al son de “tic, tac, tic, tac, tic, tac…”. Una brisa que parece provenir del mismísimo antártico me envuelve por un instante e imediatamente, como un acto reflejo, me acurruco en la manta nórdica, buscando asilo del exterior. “No, eso nunca.” Me digo convencido. Llevo meses esperando este momento, no puedo dormirme ahora. Me armo de valor, como cuando de niño debía tirarme de golpe a la piscina para evitar pensar en lo fría que estaba el agua. He de conciliar el sueño. He de conseguirlo. Mirando fijamente al techo, me pregunto si recordaré cómo se hacía. Si podré. Las sombras de la habitación fijan su mirada en mi, burlonas, acechando mi posible fracaso. Cierro los ojos. Hacía mucho que mi cerebro no trabajaba a tal velocidad, justo ahora, que necesito que entre en coma. Tras horas de un arduo estudio sobre la postura correcta para descansar, ese puto cacharro verde comienza a berrear. Solo cinco minutos más.

"MUJERES" por SANDRA BLÁNQUEZ



http://www.sandrablanquez.com/